Las tortugas son mascotas simpáticas y una de las más preferidas por los adultos y los niños, puesto que despiertan la curiosidad por su caparazón y sus movimientos.
Consejo para el cuidado
Estos animales son una interesante compañía y merecen nuestra atención, por tanto, es preciso ofrecerle un lugar en donde vivir y una alimentación variada. El lugar en donde la tortuga habite, tiene que ser adecuado según el tamaño del animal. Por tanto, si es pequeña, una pecera en desuso puede ser el lugar perfecto para que el animal no esté expuesto a corrientes de aire.
La altura de la pecera tiene que ser de entre unos 25 y 30 centímetros, y el suelo debe estar formado por arena, un poco de tierra, piedras redondeadas y hojas secas. También, es preciso que disponga de un recipiente con agua.
Como todo reptil, las tortugas no poseen una temperatura constante por lo que precisarán de fuentes externas de calor. Por tal motivo, es bueno colocar las peceras en algún lugar de la casa que sea tibio.
Si los días son cálidos, un buen paseo por el jardín al rayo del sol también es beneficioso, puesto que ayuda a producir vitaminas y a fijar el calcio de la tortuga. Es importante no olvidarse de construir un refugio pequeño en donde pueda invernar durante las temporadas frías.
¿Cómo hay que alimentar una tortuga?
Las tortugas pueden alimentarse con frutas y verduras de todo tipo. No obstante, también es conveniente incorporar carne cortada pequeña picada. Las tortugas precisen incorporar mucha cantidad de calcio y esto se puede lograr con preparados específicos. También adoran comer plantas, flores, maíz, hojas y arroz.
Los caracoles y las lombrices pueden formar parte de su menú diario, pero si quedan restos de alimentos en su pecera es necesario que los retires, dado que si los consume más tarde pueden causarle mucho daño. Hay que tener mucho cuidado con las frutas y verduras, porque pueden tener pesticidas perjudiciales para la salud. Por eso, es imprescindible el buen lavado.