Cuando nace una mascota, es normal que uno se sienta con muchísimas dudas sobre lo que hay que hacer en ese preciso momento y los cuidados que se hay que tener en cuenta. Simplificando aún más, hay dos necesidades que son totalmente básicas e imprescindibles: alimentación y techo.
Consejos básicos para proteger a los gatitos
Lo importante es proporcionarle a los gatitos recién nacidos un espacio cerrado, ventilado pero a su vez protegido de todas las corrientes de aire. Es preciso proporcionar además una bolsa de agua caliente por debajo de las prendas en donde ellos dormirán y cada par de horas, cambiar la misma dependiendo si la temporada es invierno o verano, ya que los gatitos recién nacidos poseen poca cantidad de grasa subcitánea, y por lo tanto no retienen el calor del cuerpo.
En cuanto a alimentación, hay que cerciorarse de que el gatito recién nacido, ingiera leche cada aproximadamente dos horas. Luego, cuando abran los ojos se puede espacial el tiempo de consumo y darles leche cada tres horas.
No es recomendable que el consumo de leche se extienda mucho más allá de las cuatro horas, ya que los gatitos podrán estar muy hambrientos y además, su digestión y crecimiento se verán perjudicados. Los gatitos que no se alimentan bien, pueden disminuir su temperatura corporal y poner su vida en peligro.
¿Cómo alimentarlo?
Los gatitos recién nacidoss precisan de alimentarse a leche mediante una pequeña mamadera, la cual puede ser adquirida en cualquier veterinaria o mismo en las tiendas de mascotas. Sin embargo, si ésta no se consigue, se puede utilizar un gotero o una jeringa.
La leche puede ser proporcionada en la veterinaria o simplemente la entera que consumen los humanos. De acuerdo al peso y a los días de vida, al principio la toma debe ser de trece mililitros por cada cien gramos de peso corporal, luego de las dos semanas la toma aumenta a 17 ml, a las tres semanas 20 ml y a las cuatro semanas 22 ml, siempre tibia y sin endulzar.