Los gatitos son bastante delicados cuando son pequeños, ya que necesitan de muchos cuidados y atenciones por su fragilidad.
Dependiendo de a qué edad los tengamos, debemos ser mucho más
cautelosos, siendo los primeros días los más críticos. Lo mejor es que en este
período estén con la madre el mayor tiempo posible, ya que ella se encargará
mejor de su cuidado, teniendo en cuenta que al nacer no pueden ver y no es hasta
los siete o diez días cuando comienzan a abrir los ojos. Como ya se ha indicado,
es mejor que la madre lo cuide durante los primeros días, pero si esto no es
posible y somos nosotros los que debemos alimentarlo, es aconsejable acudir
al veterinario para que éste nos aconseje la leche para gatos más adecuada para
él, muchas veces formulada por el mismo médico.
Esto se debe a que la leche de la vaca no tiene tantas proteínas
como la de la gata, ni nutrientes como el fósforo, y aparte esa leche es demasiado
fuerte para ellos y podrían provocarles diarreas y ardores estomacales. En las
primeras semanas sólo deben alimentarse de leche, pero a partir de la cuarta
pueden dársele sólidos, siempre que sean alimentos especiales para gatos. Es
preferible ofrecerle distintas variedades de alimentos, así se acostumbrará
a todo tipo de comida y no será tan selectivo cuando sea adulto.
Es importante cuando son pequeños enseñarles a “ir al baño”
debidamente. Cuando nacen no tienen la capacidad de hacer sus necesidades por
sí mismos, por lo que una vez que hayan comido, deberemos frotarles con un algodón
humedecido con agua tibia para estimularles a defecar, que es lo mismo que haría
su madre luego de haberlos amamantado. Cuando coman, debemos llevarlos al arepero
porque al poco tiempo tendrán ganas de hacer sus necesidades. Siempre debemos
llevarlos allí cuando veamos que han defecado fuera de su lugar, para que vayan
entendiendo que ese es el lugar adecuado; también colocaremos sus heces allí
para que relacionen los conceptos.
Un problema que suele darse con los gatitos pequeños es que
son tan frágiles que necesitan una fuente de calor constante, porque su temperatura
corporal suele bajar con facilidad y esto podría conducirles a la muerte. Cuando
la madre no puede proporcionarles este calor, lo mejor será colocarles al lado
de una bolsa de agua caliente envuelta con toallas, y si son varios hermanos
los acurrucaremos juntos en una cajita para que se den calor mutuo. Si no tenemos
bolsa de agua caliente, lo mejor es colocarlos cerca de una fuente de calor,
como una estufa o radiador, aun cuando sea verano, ya que hasta que no tienen
unas semanas no son capaces de mantener constante su calor corporal.
Asimismo, es importante estimular sus necesidades de juego,
ya que si se les reprime a temprana edad pueden sufrir depresiones y traumas
cuando sean adultos. Además, gracias a los juegos se desarrolla su capacidad
perceptiva y orientativa, pudiendo utilizar cualquier objeto que tengamos en
casa para este fin (cordones de zapatos viejos o pelotitas de papel).
El juego también es un indicativo de la salud del gatito, ya
que si de un día para otro el animal no muestra actividad y se encuentra muy
parado, siempre durmiendo, será señal de que algo anda mal.
esto me sirvió de mucho , pero necesito mas consejos sobre el cuidado de los gatos
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