Aunque mediante su historia pueden apreciarse diversas variedades de un perro con manchas, con certeza se sabe que el dálmata era uno de los animales que corría al lado de los carruajes y vigilaba con atención las pertenencias de todos los viajeros. Además de ser una mascota de compañía, se desempeñaba en varios trabajo, entre ellos como guardián, rastreador, mascota de bomberos, cobrador, perro de guerra y cazador.
Aspectos, temperamento y salud del dálmata
Las manchas negras o marrones y redondas sobre el fondo blanco, son las que distinguen al dálmata. Este además es de piernas y cola fuerte y su contextura es musculosa. Sus orejas son altas y sus ojos bien redondos. La nariz puede ser de color azul, negra, hígado o gris oscura; mientras que su pelo es duro, corto y liso. Su altura es de 19 a 23 pulgadas de altura.
Es una mascota alerta y vivaz, llena de energía, liderazgo y actividad. Su sociabilidad hace que pueda convivir en familia perfectamente. En cuanto a su salud, lo mejor será que elijas un dálmata en algún refugio que tenga una excelente reputación y no se preocupe por tener muchas camadas de dálmatas, sino pocos pero totalmente saludables. Este tipo de animales son susceptibles a los cálculos de riñón y a las alergias.
Entrenamiento, cuidados y actividades
Los dálmatas no son ideales para vivir en apartamentos, sino en casas con patio. Además, este mismo tiene dos grandes mudas de pelo, por lo que en el año pierde pelo corto. Por tanto, cepíllalo diariamente y báñalo una vez al mes.
Aquellas personas que adoren correr o caminar, los dálmatas son perros idóneos. Caso contrario, si eres de aquellas que desea estar mucho tiempo en casa, lo mejor será que adquieras otro tipo de mascota.
Entrena constantemente con tu dálmata para garantizar un equilibrado estado de salud. Desde muy pequeño deberás enseñarle algunos tips básicos de obediencia o llevarlo a una escuela canina. Algunos deportes como el agility pueden servirle.