Los gatos son, de los animales domésticos, el que menos ha conseguido domesticar el hombre. Y es que sabemos que su carácter y su personalidad tiende a hacer de ellos unos seres independientes e incluso, en ocasiones, un poco soberbios. Lo cual no es sino signo de su elevada inteligencia. El gato no necesita someterse al hombre, porque sabe bien que, en ningún caso, es un ser inferior a él.
Convivir con un gato
No obstante, los gatos son animales magníficos y excelentes compañeros de vida, siempre y cuando se les respete su peculiar carácter. Como las personas, no habrá dos gatos iguales. Los encontrarás dulces, arrogantes, mimosos o poco amigo de las caricias, pero si eres un apasionado de la naturaleza, el modo de vida de estos felinos te fascinará.
Dicen que fueron ya los antiguos egipcios quienes iniciaron su domesticación; no en vano, los gatos eran considerados seres semidivinos. A lo largo de los siglos, el hombre no ha logrado una completa sumisión de este animal a sus costumbres. Sin embargo, y aunque repetimos que cada animal tiene su propio carácter, hay unas razas que son más dóciles y, por tanto, ideales para tener como mascota.
Algunas razas de gatos para el hogar
Suelen ser los gatos de pelo largo los más tranquilos para tener en casa. Así encontramos la raza Maine Coon, originaria de Estados Unidos. Este gato se caracteriza por su pelo largo, especialmente en el estómago, el cuello y los miembros posteriores, y más corto en las patas delanteras. Robustos y musculosos, su aspecto se asemeja a un lince, con orejas anchas en la base y puntiagudas. Curiosamente, a este gato le encanta jugar con el agua.
Otro gato de pelo largo es el gato turco de angora. Procede de Turquía. Y a diferencia de otros congéneres, el turco de angora reclamará mucho tu atención y tu cariño. Muy juguetón, le encanta trepar recordando sus años de cazador, por lo que deberás tener cuidado de que no se escape ni se haga daño.
Una de las razas preferidas por los gatófilos es el himalayo. Un cruce de siamés con persa que le concede un aire muy elegante, además de unos hermosos ojos azules. El aspecto es bastante característico, con cabeza redonda, nariz chata, cuello corto y orejas muy pequeñas. Es la mascota ideal porque apenas maúlla y, puesto que es muy tranquilo, no necesita mucho espacio. Eso sí, deberás cuidar su pelaje y cepillarlo a diario, así como prevenir posibles bolas de pelo.
Y el contrapunto es la raza Sphynx, el gato sin pelo y de piel arrugada. Adora la calma y es muy cariñoso.